Desafío Aysén Invernal 2013 Pt.2
El segundo día nuevamente, muy
tempranito, antes del amanecer y luego de un suculento desayuno, estábamos listos
para partir con nuestras bicicletas a la segunda parte de la aventura. Había
que recorrer un largo camino hasta el Lago
Atravesado donde se haría el kayak. Ese trayecto previo al amanecer
recorriendo Aysén en bicicleta fue alucinante, sublime y muy emocionante, el
cansancio del día anterior no existió y sentía que volaba, bueno, casi
literalmente por el viento que corría, viento que a ratos incluso reducía
nuestra velocidad.
Así hasta que llegamos al kayak, había que ponerse los trajes
neopreno y empezar a remar rápidamente. Antes de la carrera habíamos hablado
muchas veces de lo que podía significar caerse al agua, de lo helada del agua,
del principio de hipotermia, etc., pues bien, fieles a la ley de atracción,
tuvimos nuestro buen chapusón en el
lago jajaja. La verdad es que corría mucho viento y algunas olas se elevaban
incluso hasta el metro de altura, de hecho no fuimos los únicos en caer. Sin
embargo, esto no nos detuvo y como guerreros que somos seguimos hasta el final
a pesar del frío y el cansancio. Ya en la orilla nos cambiamos de ropa y
volvimos a nuestras bicis, había que seguir.
Lo siguiente fue el punto de control
Antartida, una subida terrible, rompe
piernas y rompe espíritus, pero nada más y dejándolo todo en la cancha llegamos
hasta el final, final donde nos esperaba la recompensa, una viste increíble del
lugar y la correspondiente bajada en bicicleta.
A continuación había que llegar al
siguiente punto de control, con un pequeño trekking
en una subida que nos permitió tomar un poco de aire y recuperar nuestras
fuerzas. En la cima, una vista de Coyhaique que no olvidaré jamás.
Finalmente había que llegar a la
plaza de Coyhaique en nuestras bicicletas, allí nos esperaba la meta, la
medalla de valor. La sensación de llegar fue incomparable y aliviadora,
habíamos cumplido, lo habíamos logrado, habíamos llegado a la meta, había
superado el desafío y habíamos vivido la aventura. Un recuerdo para toda la
vida, que no olvidaremos jamás y que podremos recordar en cada reunión con los
amigos.
Bueno,
por último, no puedo dejar de mencionar que ese día a la noche se vino otra
aventura y se vivió otro desafío, pero de ese no daré más detalles, por respeto
a los participantes jajaja.