miércoles, 10 de abril de 2013

MDS 2013


¡La raja!, esta vez no termine tan destruido como la vez pasada, fue una maratón agradable (la del año pasado no lo fue), estuvo muy entretenida, y ¡baje mi tiempo según el objetivo propuesto! ¡Simplemente genial!

Esta vez me toco correr junto a mis compañeros del Team, así estaba presupuestado para poder bajar mi tiempo, si es que seguía su ritmo, lo que hice disciplinadamente. No había podido contactarme con el Pirata antes de la carrera, lo que me había dado un poco de lata (el año pasado habíamos corrido juntos), pero, en el fondo sabía que nos toparíamos, finalmente nuestros ritmos no son tan lejanos. Nos encontraríamos ahí por el Parque O’Higgins.

Correr junto a mis compañeros fue óptimo, íbamos a muy buen ritmo, sincronizados (aparte que sentía bien saber que ibas en como parte de un Team representando a provincia), genial fue también ir buena parte de la carrera junto al Pirata, conversamos un poco y nos pusimos al día.

Como siempre la Maratón de Santiago es una fiesta, demasiados Locos corredores, algunos más que otros, mucha gente apoyando, bandas en vivo, fotógrafos, camarógrafos, ciclistas, bomberos, pacos, indigentes, personajes…en fin, de un cuanto hay. Es bonito ver a Santiago así, una ciudad tan agresiva y gris que de pronto se convierte en un jolgorio deportivo.

Partimos bien, y así nos fuimos gran parte de la carrera, muy concentrados, muy focalizados, cumpliendo con cada norma que nos habíamos autoimpuesto para la carrera. Debo confesar que en un momento me separé de mi equipo, iba muy en trance, estaba no pensando, solo siguiendo el ritmo que mi cuerpo imponía, bueno, y el que mi dolor de rodilla me pedía, necesitaba un rato correr a solas conmigo (lo que no impidió que llegáramos virtualmente juntos a la meta).

Como anécdota les cuento que por ahí por el km 36 creo haber sentido algo como el Muro (la verdad no se bien en que consiste el muro, me imagino que esa sensación de cansancio máximo mientras corres, aun así nunca me ha paralizado) y cuando iba solo y muy cansado un Loco X pasa y me dice: “esto es pura cabeza, ya no quedan piernas, pura cabeza”, me recuerda lo fundamental, lo esencial de la vida, un máxima que no debiera olvidar jamás, gracias Loco X. De ahí en más me fui corriendo con la cabeza y terminé, terminé como correspondía, cumpliendo el objetivo.

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