lunes, 24 de junio de 2013

                                          Un ganador nos deja

 Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida"(Benedetti)

No tuve el placer de conocer a Eugenio (del Team), ni tampoco el placer de correr a su lado (me imagino habría sido una muy grata experiencia), pero, siempre es una triste noticia saber que nos abandona un runner para correr en las grandes ligas.

Un runner o un fondista es una persona especial, es una persona valiente, audaz, esforzada, trabajadora, voluntariosa, llena de fuerza y garra, y a la vez equilibrada y templada, con convicción y mucha motivación. No me cabe duda que Eugenio debió de haber reunido todas esas características y más.

La vida es una larga maratón, el comienzo no está falto de inconvenientes o molestias, luego uno se asienta y agarra ritmo, pero no por eso desaparecen las molestias, estas pueden volver, nos llega el cansancio, la fatiga y alguna que otra dolencia, pero el final es siempre sublime, lleno de satisfacción por la tarea cumplida, por el esfuerzo desplegado sin restricciones, lleno de alegría por la experiencia cumplida. Eugenio ganó esa maratón por lejos.

No pareciera tener sentido hablar sobre el tema, no existe consuelo suficiente que borre el dolor de la partida, solo el paso del tiempo calma las tormentosas aguas de la pena y el dolor, pero el recuerdo permanece, es indeleble y sempiterno, cada corrida es inolvidable, cada compañero, cada conversación, cada consejo, cada sonrisa.

Cada amigo runner que nos deja permanece en nuestros corazones, en nuestros músculos, en nuestros tendones, articulaciones y pulmones, permanece en nuestro espíritu dándonos fuerzas una y otra vez para terminar cada competencia, para terminar cada maratón, para terminar la carrera de la vida.

“Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte”. (Da Vinci)

A Eugenio y su familia.

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