martes, 1 de octubre de 2013

                                  PARTE 1: WIM HOF "THE ICE MAN"
Utter Endurance: 'Iceman' and 'Ultramarathon Man'
May 27, 2010
By JOSEPH DIAZ and RUTH CHENETZ.
¿Que lleva a ciertos atletas a realizar hazañas de resistencia tan impresionantes que llevan a etiquetarlos como “superhumanos”? ¿Cómo es que un selecto grupo de hombres y mujeres son capaces de excederse tanto más allá de sus pares que la creación de nuevas categorías son necesarias para describir lo que hacen?.
Para Wim “Iceman” Hof y Dean “Ultramarathon Man” Karnazes, la respuesta no está en las gélidas aguas del ártico o en las interminables dunas del desierto, sino en algún lugar dentro de ellos. Ambos personajes han desarrollado pruebas de resistencia casi imposibles en condiciones tan extremas que se han convertido en curiosidades científicas.
Wim 'Iceman' Hof
Al norte del círculo polar Ártico, Wim Hof de 51 años de edad se encuentra corriendo. La típica tundra congelada de aquel lugar se encuentra reservada para los osos polares, pero Hof no se encuentra precisamente escapando de uno de ellos. Él se encuentra corriendo por deporte, semi desnudo, usando nada más que shorts y sandalias en temperaturas de menos -3.8 grados C° que congelan hasta los huesos. Las condiciones son tales que podrían matar a cualquier ser humano normal, pero Hof no es cualquier mortal. Algunos dirán que es un superhumano.
 “Soy capaz de controlar el cuerpo solo a través de la mente” dice Hof, quien se hace llamar el “Hombre de Hielo”. “El frío es implacable, te muestra donde estás y lo que realmente eres”.
Toda la vida de adulta de Hof ha estado dedicada a desafiar los límites de la resistencia humana. Escaló el Monte Everest, se sumergió en aguas congeladas en el Polo Norte e incluso se convirtió en un helado humano sumergiéndose en hielo para batir el record de más de 72 minutos usando nada más que sus shorts. “Es casi increíble que alguien, cualquier persona, pueda sobrevivir a esto” dijo el Dr. Ken Kamler, quien se especializa en medicina extrema. “Él se encuentra sumergido en agua y el agua transmite el calor 30 veces más rápido que el aire, literalmente te succiona la vida.
En una entrevisa a “20/20”, Hof explicó porque no está muerto.
 “Yo conozco mi cuerpo, yo conozco mi mente, yo sé lo que puedo hacer, no le tengo miedo a la muerte, le tengo miedo a no vivir”.
Hof ha sido un adicto al frío congelante desde que es un adolescente con incluso una “fascinación irracional”, como el la llama, al agua con una delgada capa de hielo. Hoy por hoy el pasa las noches de invierno bañándose en el gélido canal cerca de su casa en Holanda, en una suerte de bautizo por agua congelada. 
 “Es como sacarse la suciedad, la mierda, los problemas” dice,  “Luego me siento limpio y lleno de vida”.
Wim Hof: Testing the 'Iceman'
Hof atribuye su habilidad de soportar el frío a una antigua meditación de los Himalayas conocida como “tummo”, que significa “fuego interior”, la que ha practicado durante años.
 “Tummo permite que me caliente solo manteniéndome concentrado” dice Hof, “mantiene el cuerpo caliente, es como apretar un botón de calefacción”.
Kamler está familiarizado con la tradición de tummo.
“Hay leyendas sobre practicantes de tummo sentados en el hielo desnudos solo con sábanas húmedas a su alrededor meditando”, dice Kamler “las sábanas se secan y el hielo se derrite alrededor de ellos, aún a pesar de estar en temperaturas muy heladas.
Para la mayoría de la gente estar expuesto a estos niveles de frío es peligroso, sobre todo cuando se ingresa a aguas de 10 grados C°, el cuerpo comienza a apagarse de manera selectiva.
 “Disminuye el flujo sanguíneo totalmente de la áreas que no son necesarias para la sobrevivencia inmediata, como las orejas, los dedos de los pies y manos y la nariz” dice Kamler.
El resultado es congelamiento y luego hipotermia. Una vez que la temperatura del cuerpo baja a unos 32.2 grados C°, una persona común muere en cosa de minutos. Pero Wim Hof no es una persona común.

Wim Hof: Ultimate Endurance Test

Sin embargo la prueba final de Wim era la Maratón en el Ártico. Él tendría que batallar contra los efectos del frío durante un prolongado periodo de tiempo. ¿Podría su mente mantener la temperatura de su cuerpo además de cumplir con las demandas que implica correr 42 km en la nieve?
Carolina, la señora de Hof, temía que estuviera poniendo su vida en peligro.
“Batir un nuevo record y encontrar la paz buscando la delgada línea entre la vida y la muerte es difícil para mí” dice ella. “Noah tiene 6 años y ama a su padre. Yo amo a Wim y no queremos perderlo”.
Más allá de los miedos de su esposa, Hof tenía la convicción de que su mente lograría vencer los duros terrenos del Ártico Finlandés.
Los expertos estimaron que una persona normal no lograría correr más de 15 minutos en esas condiciones. Hof necesitaba mantener su cuerpo en movimiento para adaptarse a las bajas temperaturas, pero cada paso que daba hacía que el aire frío entrara en sus pulmones.
“Es difícil respirar” dijo el instructor de sobrevivencia en el Ártico, Glyn David. “El aire es tan helado que tus vías aéreas se contraen. La piel se congela a esas temperaturas, tan simple como eso.
La temperatura estaba a -26,6 grados C° cuando Hof empezó (no nos olvidemos que solo usaba sus shorts).
Al principio Hof corrió a buen paso, pero, cuando iba a la mitad empezó a decaer. Después de tres horas de exposición a condiciones glaciales los poderes mentales de Hof empezaron a desaparecer.
“La energía simplemente se va, y cuando la energía se va llega el frío” dijo un exhausto y friolento Hof mientras corría.
Después de 5 horas, Hof no podía seguir corriendo, y su paso lento aumentaba el peligro de dañarse producto del frío.
“Mi esfuerzo físico ha tomado toda mi energía. Podría haber tenido un colapso”, dijo Hof.
Con la mente y el cuerpo puestos al límite de la resistencia el comportamiento de Hof se estaba volviendo cada vez más errático con cada paso que daba. Parecía que los poderes especiales de Hof le iban a fallar esta vez.
 “Es dificil ver a alguien que amas llegar tan lejos para sentirse vivo” dijo Carolina.
Sin embargo, conducido por la inspiración de su familia, Hof finalmente pudo pasar la línea de meta. Había roto otro record.
“Esta es mi recompense, el amor de mi mujer y mi hijo” exclamó.


Traducido por Andrés Pereira.

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