Utter Endurance: 'Iceman' and 'Ultramarathon Man'
May 27,
2010
By JOSEPH DIAZ and RUTH CHENETZ.
¿Que lleva a ciertos atletas a realizar hazañas de resistencia tan
impresionantes que llevan a etiquetarlos como “superhumanos”? ¿Cómo es que un
selecto grupo de hombres y mujeres son capaces de excederse tanto más allá de
sus pares que la creación de nuevas categorías son necesarias para describir lo
que hacen?.
Para Wim “Iceman” Hof y Dean “Ultramarathon Man” Karnazes, la respuesta no
está en las gélidas aguas del ártico o en las interminables dunas del desierto,
sino en algún lugar dentro de ellos. Ambos personajes han desarrollado pruebas
de resistencia casi imposibles en condiciones tan extremas que se han
convertido en curiosidades científicas.
Wim
'Iceman' Hof
Al norte del círculo polar Ártico, Wim Hof de 51 años de edad se
encuentra corriendo. La típica tundra congelada de aquel lugar se encuentra
reservada para los osos polares, pero Hof no se encuentra precisamente
escapando de uno de ellos. Él se encuentra corriendo por deporte, semi desnudo,
usando nada más que shorts y sandalias en temperaturas de menos -3.8 grados C° que
congelan hasta los huesos. Las condiciones son tales que podrían matar a
cualquier ser humano normal, pero Hof no es cualquier mortal. Algunos dirán que es un superhumano.
“Soy capaz de controlar el cuerpo solo
a través de la mente” dice Hof, quien se hace llamar el “Hombre de Hielo”. “El
frío es implacable, te muestra donde estás y lo que realmente eres”.
Toda la vida de adulta de Hof ha estado dedicada a desafiar los límites
de la resistencia humana. Escaló el Monte Everest, se sumergió en aguas
congeladas en el Polo Norte e incluso se convirtió en un helado humano
sumergiéndose en hielo para batir el record de más de 72 minutos usando nada
más que sus shorts. “Es casi increíble que alguien, cualquier persona, pueda
sobrevivir a esto” dijo el Dr. Ken Kamler, quien se especializa en medicina
extrema. “Él se encuentra sumergido en agua y el agua transmite el calor 30
veces más rápido que el aire, literalmente te succiona la vida.
En una entrevisa a “20/20”, Hof explicó porque no está muerto.
“Yo conozco mi cuerpo, yo conozco
mi mente, yo sé lo que puedo hacer, no le tengo miedo a la muerte, le tengo
miedo a no vivir”.
Hof ha sido un adicto al frío congelante desde que es un adolescente con
incluso una “fascinación irracional”, como el la llama, al agua con una delgada
capa de hielo. Hoy por hoy el pasa las noches de invierno bañándose en el
gélido canal cerca de su casa en Holanda, en una suerte de bautizo por agua
congelada.
“Es como sacarse la suciedad, la
mierda, los problemas” dice, “Luego me
siento limpio y lleno de vida”.
Wim Hof: Testing the 'Iceman'
Hof atribuye su habilidad de soportar el frío a una antigua meditación
de los Himalayas conocida como “tummo”,
que significa “fuego interior”, la que ha practicado durante años.
“Tummo permite que me caliente solo manteniéndome concentrado” dice
Hof, “mantiene el cuerpo caliente, es como apretar un botón de calefacción”.
Kamler está familiarizado con la tradición de tummo.
“Hay leyendas sobre practicantes de tummo sentados en el hielo desnudos
solo con sábanas húmedas a su alrededor meditando”, dice Kamler “las sábanas se
secan y el hielo se derrite alrededor de ellos, aún a pesar de estar en
temperaturas muy heladas.
Para la mayoría de la gente estar expuesto a estos niveles de frío es
peligroso, sobre todo cuando se ingresa a aguas de 10 grados C°, el cuerpo comienza
a apagarse de manera selectiva.
“Disminuye el flujo sanguíneo
totalmente de la áreas que no son necesarias para la sobrevivencia inmediata,
como las orejas, los dedos de los pies y manos y la nariz” dice Kamler.
El
resultado es congelamiento y luego hipotermia. Una vez que la temperatura del
cuerpo baja a unos 32.2 grados C°, una persona común muere en cosa de minutos.
Pero Wim Hof no es una persona común.
Wim Hof: Ultimate Endurance Test
Sin
embargo la prueba final de Wim era la Maratón en el Ártico. Él tendría que
batallar contra los efectos del frío durante un prolongado periodo de tiempo.
¿Podría su mente mantener la temperatura de su cuerpo además de cumplir con las
demandas que implica correr 42 km en la nieve?
Carolina,
la señora de Hof, temía que estuviera poniendo su vida en peligro.
“Batir
un nuevo record y encontrar la paz buscando la delgada línea entre la vida y la
muerte es difícil para mí” dice ella. “Noah tiene 6 años y ama a su padre. Yo
amo a Wim y no queremos perderlo”.
Más
allá de los miedos de su esposa, Hof tenía la convicción de que su mente
lograría vencer los duros terrenos del Ártico Finlandés.
Los
expertos estimaron que una persona normal no lograría correr más de 15 minutos
en esas condiciones. Hof necesitaba mantener su cuerpo en movimiento para
adaptarse a las bajas temperaturas, pero cada paso que daba hacía que el aire
frío entrara en sus pulmones.
“Es difícil
respirar” dijo el instructor de sobrevivencia en el Ártico, Glyn David. “El
aire es tan helado que tus vías aéreas se contraen. La piel se congela a esas
temperaturas, tan simple como eso.
La
temperatura estaba a -26,6 grados C° cuando Hof empezó (no nos olvidemos que
solo usaba sus shorts).
Al
principio Hof corrió a buen paso, pero, cuando iba a la mitad empezó a decaer.
Después de tres horas de exposición a condiciones glaciales los poderes
mentales de Hof empezaron a desaparecer.
“La
energía simplemente se va, y cuando la energía se va llega el frío” dijo un exhausto
y friolento Hof mientras corría.
Después
de 5 horas, Hof no podía seguir corriendo, y su paso lento aumentaba el peligro
de dañarse producto del frío.
“Mi
esfuerzo físico ha tomado toda mi energía. Podría haber tenido un colapso”,
dijo Hof.
Con
la mente y el cuerpo puestos al límite de la resistencia el comportamiento de
Hof se estaba volviendo cada vez más errático con cada paso que daba. Parecía
que los poderes especiales de Hof le iban a fallar esta vez.
“Es dificil ver a alguien que amas llegar tan
lejos para sentirse vivo” dijo Carolina.
Sin embargo,
conducido por la inspiración de su familia, Hof finalmente pudo pasar la línea
de meta. Había roto otro record.
“Esta es mi recompense, el amor de mi mujer y mi hijo” exclamó.
Traducido por Andrés Pereira.
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