El sábado recién pasado se corrió en
Santiago la “We Run Santiago 2013” de Nike,
carrera que ya se ha convertido en una tradición dentro del mundo del running chilensis y que para el Team significa la carrera más importante
del segundo semestre del año.
Para la carrera viaje un día antes,
digamos una noche antes jajaja, lo que me sirvió para ponerme al tanto con mi hermano y unos amigos. No vayan a creer
que me puse a carretiar la noche
antes de la carrera, no, fue solo su campeonato de PES en Play Station, obvio.
Ese día, como todos en esta época del
año en Santiago, estaba caluroso, pero nunca tanto, o sea al menos a la hora de
la carrera, 8:30 pm, ya había bajado un poco la temperatura, ideal para su 10 k
en la capital. Ya sabíamos que el circuito se venía duro con la subida de la
pirámide, pero a la vez entretenida con la pasada por el túnel.
El contingente serenense del Team fue importante, un buen número de
puros cracks del correr, dispuestos a dejarlo todo en la pista para dejar bien
parado el nombre del Team, siempre
comandados por el Profe.
La carrera tuvo una producción total,
harta parafernalia, gran infraestructura, harto famosillo, sectores VIPs y hasta artistas internacionales
que le llaman. La gracia es que más que una carrera, se trataba también de una
fiesta del deporte.
La carrera misma me gustó mucho, buen
circuito. Se pasaba por el world trade
centershileno, como le llaman
los siúticos, que está bien choro digámoslo.
Después venía la parte del túnel, muy buena, con música punchipunchi de fondo, luces fluorescentes y oscuridad, además de
los gritos de la gente, lo que daba la sensación de estar en algo más perecido
a una disco que a una pista de carrera. Acto seguido venía la temida subida de
la pirámide, subida piola, pa´ naa come piernas (¡qué manera de ponerle oye!)
la que hizo que finalmente nuestros tiempos no fueran tan bueno. Y finalmente
el tan anhelado tramo final y la meta en el centro cívico.
Como siempre, el saldo es más que
positivo, una carrera entretenida y a la vez exigente donde se tuvo la
oportunidad de compartir con grandes amigos y compañeros de afición. ¿Qué más
puede pedir un runner? Digo yo, ¿ah?.
Les dejo un videíto con fotos de la
carrera.
lunes, 25 de noviembre de 2013
CORRE POR TU SALUD
El sábado recién pasado se corrió en La Serena, con una mañana
nublada, ideal para hacer deporte, la carrera “Corre Por Tu Salud” del Colegio Médico de Chile organizada por CMRS
Producciones.
Decidí participar en esta carrera o más bien tuve que
participar, porque tal como nos ordenó nuestro Profe del Team
correspondería a nuestro control de los 10k, previo a nuestra gran carrera del segundo
semestre, la “We Run de Nike 2013”.
Como siempre, el Team concurrió en gran número, demostrando
ser el gran club de corredores de la cuarta región. Siempre es agradable
encontrarse con tantos compañeros de entrenamiento en una competencia.
La carrera estuvo entretenida, el clima estaba ideal, nublado,
sin mucho calor y con una leve brisa marina.
Todo partió en El Faro (clásico), como suele hacerse en la
gran mayoría de carreras en La Serena y se desarrolló a lo largo de la Avenida
del Mar, lo que siempre se agradece, ¡qué gran costanera que tiene Serena!
En fin, un buen apronte para lo que se nos viene el próximo
sábado en la We Run. Esperemos que de
algo haya servido, que nos haya servido para probar nuestros entrenamientos y
para bajar nuestros tiempos en nuestra corrida madre jajaja.
Les dejo un videíto con algunas participaciones especiales.
jueves, 24 de octubre de 2013
Endurance Challenge 2013
El sábado recién pasado corrí junto a
mi Hermano los 21k del “Endurance
Challenge de North Face 2013”. Para mí sería la segunda vez, ya que había hecho
los 21k de esa carrera el 2011 junto a mi amigo el Pirata. Para mi hermano sería su primera vez (lo que no le impidió
hacer una gran carrera). Debo mencionar que no se me venía fácil el día,
después de la carrera iba a tener que renovar fuerzas rápidamente, ya que con
la Camila teníamos el matrimonio de
una gran amiga.
La carrera
se realizó en la Hacienda Santa Martina, un club social para gente de escasos
recursos allá en un sector periférico y marginal de Santiago llamado La Dehesa.
La carrera partió maoma nomás, errores en la demarcación de la ruta hicieron
que por un momento todo el grueso de competidores se perdiera (incluso hoy me
llegó nuevamente un correo donde la organización del evento pide disculpas), teniendo
que esperar a que apareciera un lolo de
la organización en una pequeña moto para que nos indicara por donde seguir.
Luego
vendría esa siempre tan exigente y a la vez desagradable serie de subidas
interminables por los cerros de la precordillera capitalina. El paisaje es
siempre sobrecogedor, siempre me ha gustado la zona precordillerana de la zona
central, la que si bien es cierto ni se compara con los parajes del sur de
nuestro país, siempre logra impresionar de alguna forma al visitante.
Debo
confesar que esta no fue mi carrera ideal, siento que me costó un poco más que
otras, me sentí un poco más cansado, no estaba tan bien entrenado como en
otras, pero a pesar de eso fue una gran experiencia. Además, como puede uno
quejarse si cuando aún no habíamos llegado a la meta pasa como un avión por
nuestro lado el gringo que ganó en
los 80k, ¡ese tipo sí que tiene derecho a quejarse!
Finalmente
luego de haber soportado un calor sofocante y creer haber sufrido
deshidratación (que manera de tener sed y no aparecer nunca el punto de
hidratación), llegamos a la meta con la satisfacción de la tarea cumplida. La
carrera había estado dura, pero como siempre, habíamos cruzado la meta.
Bueno,
después vino el matrimonio, hubo que reventarse algunas ampollas, poner algunos
parches, alimentarse bien y tomar harta energética. Le había prometido a la Camila que íbamos a bailar toda la noche
y cumplí, como un deportista de alto rendimiento. (los whisky con energética ayudaron bastante jajaja).
Como
siempre, les dejo un videíto!
jueves, 17 de octubre de 2013
AL AIRE LIBRE
“Fui a los bosques
porque quería vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos de la vida y ver
si podía aprender lo que ella tenía que enseñar. Quise vivir profundamente y
desechar todo aquello que no fuera vida... Para no darme cuenta, en el momento de
morir, que no había vivido”.
Henry David Thoreau
“Hay un libro abierto siempre para todos los ojos: la
naturaleza”.
Jean-Jacques Rousseau
“De vez en cuando vale la pena salirse del camino,
sumergirse en un bosque. Encontrará cosas que nunca había visto”.
Es pasado la medianoche y en su habitación de hotel en Monterey,
California, la noche antes de la Maratón Internacional Big Sur, Dean Karnazes
ya estaba listo para la carrera. Chequeo su agua, tomo una barra energética de
su auspiciador y se dirigió a la línea de meta a más de 48 km de donde se encontraba,
a pie. Para Karnazes correr los 42,195 km de una maratón no es suficiente.
Para cuando cruzó la meta de la Big Sur, Karnazes había corrido 91
km en total, lo que no es nada nuevo para este incansable hombre de hierro.
Karnazes, de 47 años, ha pasado las dos últimas décadas exigiendo
su cuerpo de maneras que haría que incluso un deportista de elite quisiera
tomar una siesta.
Ha corrido 563 km sin parar, completado 50 maratones en 50
estados en 50 días, ha corrido 217 km a 48 grados c° a través del Valle de la
Muerte y ha corrido en el Polo Sur en temperaturas bajo 4 grados c°. Ha corrido
alrededor de 160.000 km en total, suficiente para ganarse el título de “Ultramarathon
Man.”
“Para mí se trata de que tan lejos puede llegar el cuerpo humano”
Dice Karnazes.
El camino abierto es la oficina de Karnazes hoy en día. Ha
dedicado su vida a probar los límites de la resistencia humana. Pero no siempre
fue así.
“Fui a la Universidad y me gradué de la Escuela de Negocios,
tenía un cómodo trabajo corporativo”, dijo en una entrevista mientras corría,
por supuesto. “Esas eran las cosas que se me dijo me harían feliz.”
La revelación golpeó a Karnazes en su cumpleaños número 30 en un
bar.
“Decidí correr 30 millas (48 km) esa noche para celebrar mi
cumpleaños número 30” dijo Karnazes.
A medida que corría, Karnazes comenzó a recordar sus días de
colegio cuando corría cross-country.
Pero a sus 30 no estaba precisamente en óptimas condiciones físicas.
“No había hecho nada aeróbico por más de una década. Subir
escaleras ya me dejaba sin aliento”
A pesar de aquello y algunas horas más tarde, ahí estaba, a 30
millas del bar. Una magnifica obsesión había comenzado.
Karnazes ha corrido carreras de 80 km y de 160 km. Para mantener
su energía al tope mientras corría durante la noche, pedía pizzas que le eran
enviadas al camino mientras corría y se las comía sin parar. La verdad es que
hasta el día de hoy no para. “Supongo que lo que hago es un poco
extraordinario, y yo no pienso en mi como alguien extraordinario, yo creo que
el cuerpo humano es extraordinario” dice Karnazes.
Dean Karnazes: Child Fitness
El cuerpo de Karnazes es extraordinario de muchas maneras. Su
frecuencia cardíaca en reposo es muy baja, 39 pulsaciones por minuto y su grasa
corporal llega al 3%, cuando lo normal es el doble.
La esposa de Karnazes y sus dos hijos no se sorprendieron cuando
dejó su trabajo para dedicarse tiempo completo a correr.
Mientras los compromisos con su auspiciadores y diversas charlas
lo mantienen ocupado, también se ha dado el tiempo de ser un promotor del
ejercicio y la salud en los niños. El impregna todo ese entusiasmo de cuando
era niño a su rutina diaria.
“El día perfecto es levantarse a las 3:30 de la mañana para correr
42 km” dice Karnazes. “Y a las tres o cuatro de la tarde salir para un
entrenamiento más corto de velocidad, tal vez unos 16 km.”
También hay entrenamiento a campo traviesa, bicicleta,
sentadillas y flexiones.
Pero son las extenuantes ultramaratones las que ponen el cuerpo
de Karnazes al límite. Se ha desmayado mientras corría y ha sufrido
alucinaciones producto de la deshidratación.
“Yo pienso que ahí es cuando entra la disciplina, la disciplina
mental” dice Karnazes.” Me refiero a que duele tanto, tu cuerpo te dice que
pares y tu dominas esos mecanismos y te fuerzas a seguir adelante.”
Ayuda que Karnazes se haya mantenido durante largo tiempo sin lesiones.
Su resistencia ha permitido que gente como el Dr. Jeff Shapiro del “Sequoia
Hospital” en Redwood City, California, lo someta a pruebas y estudie como lo
hace. “Dean entrena su mente y su cuerpo haciendo ejercicio una y otra vez sin
parar” dice Shapiro. “Es su pasión por el running”
Es una pasión que, al igual que Karnazes, no muestras signos de
detenerse.
“La verdad es que a medida que envejezco me vuelvo más fuerte”,
dice Karnazes. “Me vuelvo más lento, pero mi habilidad para correr más lejos y
soportar más y más dolor sigue mejorando”
Mejora tanto que ahora incluso piensa en correr una maratón en
cada país del mundo.
Pero para Dean Karnazes no se trata solo de la línea de meta. Se
trata del running en sí mismo y de
esos momentos cuando el esfuerzo se transforma en felicidad.
“Yo, al igual que otros corredores y triatletas encontramos que
cuando estamos sufriendo y estamos empujando, es cuando nos sentimos más vivos.”
Dice Karnazes.
¿Que lleva a ciertos atletas a realizar hazañas de resistencia tan
impresionantes que llevan a etiquetarlos como “superhumanos”? ¿Cómo es que un
selecto grupo de hombres y mujeres son capaces de excederse tanto más allá de
sus pares que la creación de nuevas categorías son necesarias para describir lo
que hacen?.
Para Wim “Iceman” Hof y Dean “Ultramarathon Man” Karnazes, la respuesta no
está en las gélidas aguas del ártico o en las interminables dunas del desierto,
sino en algún lugar dentro de ellos. Ambos personajes han desarrollado pruebas
de resistencia casi imposibles en condiciones tan extremas que se han
convertido en curiosidades científicas.
Wim
'Iceman' Hof
Al norte del círculo polar Ártico, Wim Hof de 51 años de edad se
encuentra corriendo. La típica tundra congelada de aquel lugar se encuentra
reservada para los osos polares, pero Hof no se encuentra precisamente
escapando de uno de ellos. Él se encuentra corriendo por deporte, semi desnudo,
usando nada más que shorts y sandalias en temperaturas de menos -3.8 grados C° que
congelan hasta los huesos. Las condiciones son tales que podrían matar a
cualquier ser humano normal, pero Hof no es cualquier mortal. Algunos dirán que es un superhumano.
“Soy capaz de controlar el cuerpo solo
a través de la mente” dice Hof, quien se hace llamar el “Hombre de Hielo”. “El
frío es implacable, te muestra donde estás y lo que realmente eres”.
Toda la vida de adulta de Hof ha estado dedicada a desafiar los límites
de la resistencia humana. Escaló el Monte Everest, se sumergió en aguas
congeladas en el Polo Norte e incluso se convirtió en un helado humano
sumergiéndose en hielo para batir el record de más de 72 minutos usando nada
más que sus shorts. “Es casi increíble que alguien, cualquier persona, pueda
sobrevivir a esto” dijo el Dr. Ken Kamler, quien se especializa en medicina
extrema. “Él se encuentra sumergido en agua y el agua transmite el calor 30
veces más rápido que el aire, literalmente te succiona la vida.
En una entrevisa a “20/20”, Hof explicó porque no está muerto.
“Yo conozco mi cuerpo, yo conozco
mi mente, yo sé lo que puedo hacer, no le tengo miedo a la muerte, le tengo
miedo a no vivir”.
Hof ha sido un adicto al frío congelante desde que es un adolescente con
incluso una “fascinación irracional”, como el la llama, al agua con una delgada
capa de hielo. Hoy por hoy el pasa las noches de invierno bañándose en el
gélido canal cerca de su casa en Holanda, en una suerte de bautizo por agua
congelada.
“Es como sacarse la suciedad, la
mierda, los problemas” dice, “Luego me
siento limpio y lleno de vida”.
Wim Hof: Testing the 'Iceman'
Hof atribuye su habilidad de soportar el frío a una antigua meditación
de los Himalayas conocida como “tummo”,
que significa “fuego interior”, la que ha practicado durante años.
“Tummo permite que me caliente solo manteniéndome concentrado” dice
Hof, “mantiene el cuerpo caliente, es como apretar un botón de calefacción”.
Kamler está familiarizado con la tradición de tummo.
“Hay leyendas sobre practicantes de tummo sentados en el hielo desnudos
solo con sábanas húmedas a su alrededor meditando”, dice Kamler “las sábanas se
secan y el hielo se derrite alrededor de ellos, aún a pesar de estar en
temperaturas muy heladas.
Para la mayoría de la gente estar expuesto a estos niveles de frío es
peligroso, sobre todo cuando se ingresa a aguas de 10 grados C°, el cuerpo comienza
a apagarse de manera selectiva.
“Disminuye el flujo sanguíneo
totalmente de la áreas que no son necesarias para la sobrevivencia inmediata,
como las orejas, los dedos de los pies y manos y la nariz” dice Kamler.
El
resultado es congelamiento y luego hipotermia. Una vez que la temperatura del
cuerpo baja a unos 32.2 grados C°, una persona común muere en cosa de minutos.
Pero Wim Hof no es una persona común.
Wim Hof: Ultimate Endurance Test
Sin
embargo la prueba final de Wim era la Maratón en el Ártico. Él tendría que
batallar contra los efectos del frío durante un prolongado periodo de tiempo.
¿Podría su mente mantener la temperatura de su cuerpo además de cumplir con las
demandas que implica correr 42 km en la nieve?
Carolina,
la señora de Hof, temía que estuviera poniendo su vida en peligro.
“Batir
un nuevo record y encontrar la paz buscando la delgada línea entre la vida y la
muerte es difícil para mí” dice ella. “Noah tiene 6 años y ama a su padre. Yo
amo a Wim y no queremos perderlo”.
Más
allá de los miedos de su esposa, Hof tenía la convicción de que su mente
lograría vencer los duros terrenos del Ártico Finlandés.
Los
expertos estimaron que una persona normal no lograría correr más de 15 minutos
en esas condiciones. Hof necesitaba mantener su cuerpo en movimiento para
adaptarse a las bajas temperaturas, pero cada paso que daba hacía que el aire
frío entrara en sus pulmones.
“Es difícil
respirar” dijo el instructor de sobrevivencia en el Ártico, Glyn David. “El
aire es tan helado que tus vías aéreas se contraen. La piel se congela a esas
temperaturas, tan simple como eso.
La
temperatura estaba a -26,6 grados C° cuando Hof empezó (no nos olvidemos que
solo usaba sus shorts).
Al
principio Hof corrió a buen paso, pero, cuando iba a la mitad empezó a decaer.
Después de tres horas de exposición a condiciones glaciales los poderes
mentales de Hof empezaron a desaparecer.
“La
energía simplemente se va, y cuando la energía se va llega el frío” dijo un exhausto
y friolento Hof mientras corría.
Después
de 5 horas, Hof no podía seguir corriendo, y su paso lento aumentaba el peligro
de dañarse producto del frío.
“Mi
esfuerzo físico ha tomado toda mi energía. Podría haber tenido un colapso”,
dijo Hof.
Con
la mente y el cuerpo puestos al límite de la resistencia el comportamiento de
Hof se estaba volviendo cada vez más errático con cada paso que daba. Parecía
que los poderes especiales de Hof le iban a fallar esta vez.
“Es dificil ver a alguien que amas llegar tan
lejos para sentirse vivo” dijo Carolina.
Sin embargo,
conducido por la inspiración de su familia, Hof finalmente pudo pasar la línea
de meta. Había roto otro record.
“Esta es mi recompense, el amor de mi mujer y mi hijo” exclamó.
Traducido por Andrés Pereira.
jueves, 29 de agosto de 2013
Desafío Aysén Invernal 2013 Pt.2
El segundo día nuevamente, muy
tempranito, antes del amanecer y luego de un suculento desayuno, estábamos listos
para partir con nuestras bicicletas a la segunda parte de la aventura. Había
que recorrer un largo camino hasta el LagoAtravesado donde se haría el kayak. Ese trayecto previo al amanecer
recorriendo Aysén en bicicleta fue alucinante, sublime y muy emocionante, el
cansancio del día anterior no existió y sentía que volaba, bueno, casi
literalmente por el viento que corría, viento que a ratos incluso reducía
nuestra velocidad.
Así hasta que llegamos al kayak, había que ponerse los trajes
neopreno y empezar a remar rápidamente. Antes de la carrera habíamos hablado
muchas veces de lo que podía significar caerse al agua, de lo helada del agua,
del principio de hipotermia, etc., pues bien, fieles a la ley de atracción,
tuvimos nuestro buen chapusón en el
lago jajaja. La verdad es que corría mucho viento y algunas olas se elevaban
incluso hasta el metro de altura, de hecho no fuimos los únicos en caer. Sin
embargo, esto no nos detuvo y como guerreros que somos seguimos hasta el final
a pesar del frío y el cansancio. Ya en la orilla nos cambiamos de ropa y
volvimos a nuestras bicis, había que seguir.
Lo siguiente fue el punto de control
Antartida, una subida terrible, rompe
piernas y rompe espíritus, pero nada más y dejándolo todo en la cancha llegamos
hasta el final, final donde nos esperaba la recompensa, una viste increíble del
lugar y la correspondiente bajada en bicicleta.
A continuación había que llegar al
siguiente punto de control, con un pequeño trekking
en una subida que nos permitió tomar un poco de aire y recuperar nuestras
fuerzas. En la cima, una vista de Coyhaique que no olvidaré jamás.
Finalmente había que llegar a la
plaza de Coyhaique en nuestras bicicletas, allí nos esperaba la meta, la
medalla de valor. La sensación de llegar fue incomparable y aliviadora,
habíamos cumplido, lo habíamos logrado, habíamos llegado a la meta, había
superado el desafío y habíamos vivido la aventura. Un recuerdo para toda la
vida, que no olvidaremos jamás y que podremos recordar en cada reunión con los
amigos.
Bueno,
por último, no puedo dejar de mencionar que ese día a la noche se vino otra
aventura y se vivió otro desafío, pero de ese no daré más detalles, por respeto
a los participantes jajaja.
jueves, 22 de agosto de 2013
Desafío Aysén Invernal 2013 Pt.1
Han pasado algunos
días ya desde el fin de semana y no puedo dejar de pensar en la increíble
experiencia vivida en el Desafío Aysén
Invernal 2013. La verdad es que me gustaría que la carrera fuera nuevamente
este fin de semana y correrla una vez más. Y es que la sensación del contacto
con la naturaleza en una de las regiones más hermosas de nuestro es país,
probando tu cuerpo al límite, es inolvidable. Parece mentira que haya sucedido
tan rápido, aún recuerdo cuando mi hermano
me invitó a participar de esta locura, de esta linda locura y de cómo faltaban
tantos meses todavía (lo que era bueno en ese entonces, porque había mucho que
entrenar). Parecía mentira que después de todo ese tiempo me encontrara
corriendo junto a mi hermano y un
grupo de amigos en medio de un bosque lleno de nieve.
Como
ya les comenté la carrera consistía en recorrer largos tramos en bicicleta, trekking y kayak, pasando por los distintos puntos de control, realizando la
navegación respectiva. Esta era mi primera experiencia en una carrera de
aventura y si bien estaba entrenado y llevaba años corriendo, nada se compararía
con estar dos días seguidos compitiendo en condiciones extremas.
El
primer día de la carrera fue increíble, sobre todo ese tramo de trekking corrido en una reserva nacional,
un paisaje añorado, sublime, místico y puro, un bosque mágico, lleno de vida y
nieve, incrustado entre montañas nevadas, adornado con una que otra laguna
congelada. Y aunque me hubiera gustado detenerme un buen tiempo a contemplarlo,
había que correr y correr rápido, íbamos en grupo y había que hacer un buen
tiempo, acortar distancias y llegar a los puestos de control. No fue fácil, en
algún momento erramos la ruta y nos desviamos un poco, por lo que hubo que
rectificar sacando toda nuestra resistencia. Fuimos una tropa de guerreros a
paso firme, llenos de potencia y energía.
Luego,
en la parte final del día, había que volver a las bicicletas, con las piernas
ya un poco fundidas y viendo como poco a poco iba cayendo la noche. El tramo no
era corto y en algún momento nuestras fuerzas decayeron, llovía tenuemente,
corría viento y el frío se empezaba a sentir, pero había que seguir, continuar
hasta el fin. La bicicleta no estuvo exenta de problemas, fuimos más de uno los
que nos caímos por ahí y los problemas mecánicos se manifestaron cuando menos
se los esperaba, pero nada de eso podía impedir que lográramos el objetivo.
La
llegada al campamento base esa noche fue revitalizadora, los scouts voluntarios, nos estaban esperando con sopa,
tallarines, pan y jugo, justo lo que nuestros extenuados cuerpos necesitaban,
bueno, eso, una buena ducha y descanso, muuuucho descanso…
martes, 13 de agosto de 2013
A la aventura...
En solo un par de días más participaré
junto a mi hermano y un grupo de
amigos de la que se ha hecho llamar la “Carrera
más hermosa de Chile”, hablo del “Desafío
Aysén Invernal 2013” en Coyhaique, carrera de aventuras que incluye largos kilómetros
de trekking, bicicleta y kayak.
Esto corresponde a una locura a la
que hace ya varios meses mi hermano
me invitó a participar. Claro, mi conservadurismo y poca osadía me llevó a
rechazar la idea en un comienzo, pero por otra parte ese lado aventurero que
todos llevamos dentro me obligó a decir que sí.
Espero que todo resulte espectacular,
nos hemos preparado bien y con harto tiempo, tanto en lo físico como en lo
logístico. He visto hartos videos e imágenes de lo que se nos viene y no puedo
estar más que ansioso de ver esos espectaculares paisajes y de vivir esa
inolvidable experiencia.
A la vuelta estaré con detalles de lo
sucedido, quizás en dos partes, por lo extenso de la competencia y les contaré
si efectivamente se trata de la carrera más hermosa de Chile.
martes, 16 de julio de 2013
Valle de Elqui Race 30,3 2013
No había podido escribir nada aún
sobre la Valle del Elqui Race 30.3km.
Probablemente producto del cansancio que me dejaron 2 agotadores largos días
subiendo y bajando los cerros del Valle. ¿Qué
les puedo decir?, simplemente espectacular la carrera, una organización
buenísima y la dificultad de la carrera, aniquiladora, pero, entretenidísima.
Todo empezó el sábado en la tarde en
Vicuña, como siempre acompañado de mi linda polola, la Cami (que siempre me apoya en todas mis locuras), cuyos padres
además nos proporcionaron la casa para que nos quedáramos el finde. Cuando llegué a la plaza de
Vicuña vi que el nivel iba a estar de primera, la cantidad de corredores no fue
alta, pero la calidad sí que lo fue. Por supuesto estaban mis amigos del Team, a quienes me dio mucho gusto ver.
En fin, los 10k de aquella tarde estuvieron buenos, bien rápidos (hice un muy
buen tiempo), pero, para nada adelantarían lo que serían los próximos 10k de la
mañana siguiente.
Domingo en la mañana, luego de un
sueño reparador y un rico desayuno, nada hacía presagiar el sufrimiento de
aquel soleado día. Todo partió en la plaza de Paihuano, desde ahí, a la Quebrada
de Paihuano, 5km de subida ininterrumpida con el cara e´ gallo pegando sin contemplación
alguna y el aire cordillerano secando mi garganta. La subida parecía de nunca
acabar, pero dejándolo todo en la cancha y mojando la camiseta lo logramos. De
ahí, de vuelta a la plaza de Paihuano, pura bajada, un alivio después de tanto
sufrimiento. Todo corredor sabe que las bajadas son engañadoras, no hay que
volverse loco corriendo, pero en este caso, de competencia extrema, nada
importaba y corrí lo más rápido que pude (de nuevo un muy buen tiempo para mí).
Claro, después de esos matadores
segundos 10km, uno podría haber dicho, ya, suficiente, ´tamos, disfrutemos el
finde, descansemos, pero, NO, aún quedaban los 13km finales, desde Paihuano a
Pisco Elqui!!!, pero bue´, en fin, había que almorzar y recuperar fuerzas para
volver a ponerle, como todo un Runner.
Un poco pasado las 5 de la tarde
empezó el tercer tramo y final de la carrera. La verdad es que no tenía muchas
ganas de correr jajaja, estaba cansado y temía una muy baja performance de mi parte. Aun así saque
fuerzas de flaqueza (si si, en sentido figurado) y me puse a correr, bueno, a
trotar. El año pasado también había corrido la Media Maratón de Valle del Elqui y habíamos hecho el mismo
trayecto, por ende, pensaba que no iba a ser tan duro como la vez pasada, error
número uno, fue peor. Si bien hay subidas y bajadas, las subidas son
destructoras y después de dos días de competencia tu cuerpo pide clemencia,
pero había que terminar, no pensar y solo correr. Si pudiera describir la
felicidad que sentí al ver el letrero que decía “falta un 1km” lo haría, pero
yo creo que aún no se han inventado esas palabras. En fin, llegué y llegué
bien, medio mareado, pero llegué jajaja. Ahí estaba la Cami, cuál abnegada mujer esperándome con un beso para felicitarme
y un poquito más allá el Profe con la
tan merecida medalla (sin duda me la había ganado)
Después de experiencias como estas
uno no puede sino sentirse feliz y contento. No solo se ponen a pruebas tus
capacidades, sino que además, se comparte con gente muy especial y se logra
apreciar la belleza de este tan lindo país. Lo demás, solo anécdotas.
miércoles, 10 de julio de 2013
El Climbing Tour
El climbing tour de este sábado, en la Hacienda Chacabuco, región
metropolitana, estuvo espectacular, muy entretenido y muy duro también. Quizás
me pareció tan entretenido porque era la primera vez que participaba junto a mi
hermano y junto a un grupo de amigos
dentro del cuales iba el Hernán (Cerdillo de cariño), compañero
prehistórico del colegio y uno de mis mejores amigos. Quizás también estuvo muy
duro porque hace ya dos años que no participaba en uno, incluso en esa época
era otro el auspiciador.
Todo partió muy temprano, desde que
llegué a Santiago en bus como a las 6 de la mañana. Si, ustedes se preguntarán
porque en bus y justo en la noche, pero, ¿qué les puedo decir?, jugado por la
actividad nomás jajaja. En fin, la cosa es que entre pasar a buscar a todos ya
a las 8 íbamos camino al lugar indicado.
El día estaba rico, nubladito, pero
ni tanto, frío pero ni tanto tampoco (esta vez estrenaría las primeras capas
que me compré para las competencias de invierno), el lugar era espectacular,
muy lindo, y ahí estaba ella, la imponente y majestuosa cordillera, con sus cumbres
nevadas, alucinante.
Al principio todo bien, su trote
suave con subidas y bajadas, pero, ya acercándonos a la meta uno, todo mal
jajaja, que subida esa! Sentía que se me quemaban los pulmones, que mis gemelos
estallaban y que mi espalda se iba a rajar (ahí se notó la falta de
entrenamiento en cerro y bueno, en general), pero nada, había que ser
hombrecito y seguir hasta la meta dos. Ahí vino el segundo aire y todo bien
corriendo por subidas y bajadas suaves hasta que nos acercamos a la meta dos,
ahí todo mal, de nuevo lo mismo, que subida esa por dios! Pero bueno, había que
terminar, ahí estaba mi hermano gritándome, dale weon!
Al final la satisfacción de llegar a
la meta es increíble e impagable, llegar a la cima y poder observar ese paisaje
cordillerano sin parangón. Además, poder disfrutarlo con tu hermano y amigos no
tiene precio y sin duda hizo que valiera la pena ese viaje en bus.
lunes, 24 de junio de 2013
Un ganador nos deja
“Después de todola muerte es
sólo un síntomade que hubo vida"(Benedetti)
No tuve el placer de conocer
a Eugenio (del Team), ni tampoco el placer de correr a su lado (me imagino habría sido una muy grata experiencia), pero, siempre es una triste noticia saber que nos abandona
un runner para correr en las grandes ligas.
Un runner o un fondista es
una persona especial, es una persona valiente, audaz, esforzada, trabajadora,
voluntariosa, llena de fuerza y garra, y a la vez equilibrada y templada, con
convicción y mucha motivación. No me cabe duda que Eugenio debió de haber
reunido todas esas características y más.
La vida es una larga
maratón, el comienzo no está falto de inconvenientes o molestias, luego uno se
asienta y agarra ritmo, pero no por eso desaparecen las molestias, estas pueden
volver, nos llega el cansancio, la fatiga y alguna que otra dolencia, pero el
final es siempre sublime, lleno de satisfacción por la tarea cumplida, por el
esfuerzo desplegado sin restricciones, lleno de alegría por la experiencia
cumplida. Eugenio ganó esa maratón por lejos.
No pareciera tener sentido
hablar sobre el tema, no existe consuelo suficiente que borre el dolor de la
partida, solo el paso del tiempo calma las tormentosas aguas de la pena y el
dolor, pero el recuerdo permanece, es indeleble y sempiterno, cada corrida es
inolvidable, cada compañero, cada conversación, cada consejo, cada sonrisa.
Cada amigo runner que nos
deja permanece en nuestros corazones, en nuestros músculos, en nuestros
tendones, articulaciones y pulmones, permanece en nuestro espíritu dándonos fuerzas
una y otra vez para terminar cada competencia, para terminar cada maratón, para
terminar la carrera de la vida.
“Así como una jornada bien empleada
produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte”.(Da Vinci)
A Eugenio y su familia.
viernes, 3 de mayo de 2013
"La Mejor Final del NY Marathon"
"La Maratón de la ciudad de Nueva York
de 1983 fue la carrera que yo sentí iba a definir de que se trataba mi carrera.
Había entrenado lo mejor que alguna vez había entrenado. Una vez que deje mis
entrenamientos me fui a Nueva York sabiendo que estaba preparado para vivir con
las consecuencias de mi performance.
La carrera empezó como cualquier
otra. Cuando estás en la largada reflexionas muy rápido, en una milésima de
segundo, sobre todo lo que has hecho para llegar hasta ahí, y tenía todo el
derecho a esperar la mejor performance de
mi vida. Entrené como nunca antes lo había hecho.
A las 5 millas había empezado a
acomodarme, confortablemente y a las 10 millas empecé a sentirme, hum!, todavía
me quedan 16 millas de esto, así que vas un poco como en una montaña rusa de
emociones, de sentimientos que de repente son de confianza o de un poco de
duda.
En esta etapa los lideres empiezan a
alejarse de mí, yo sabía que tenía mis tiempos bien definidos, que si hacía
cada una de las 5 millas en el tiempo previsto, estaría corriendo según mi
plan. Lo más importante en una maratón o en cualquier otra carrera es correr
según tu plan, no en el de otro, tienes que ser el ganador en tu carrera y en
tu plan.
En la milla 15 me empecé a asentar en
un buen ritmo, pero los líderes estaban muy adelante mío a la milla 20 sabía
que los 10k finales eran los más importantes, todavía 2 minutos y medio atrás
de los lideres, pero sabiendo que estaba justo en mi Track haciendo el tiempo de mi vida.
Después llegue a la milla 23 e hice
el cálculo y me di cuenta que iba a correr fuera del estado tratando de
alcanzarlo, lo que tenía que hacer, era creer que el bajaría la velocidad, yo
no podía correr más rápido, el me daría tiempo, yo sabía que él estaba
corriendo en centro del camino y en cada esquina que guarde una o dos yardas,
multiplicada por 40 esquinas, tuve de pronto los 80 o 90 metros en los que
estaba corto de tiempo. Cuando llegamos a Columbus Circle y cerca de la milla
26 ya era el cazador, él era la presa, el miraba hacia atrás, yo estaba
enfocado en él.
En la milla 26 lo pasé, corrí lo más rápido
que pude pasándolo, para que se sintiera devastado y que no tuviera ganas de
alcanzarme, las últimas 385 yardas corrí asustado, miré hacia atrás un par de
veces, sabía que la meta estaba cada vez más cerca, la carrera no sería una
hasta que cruzara la meta, di la vuelta a la esquina, vi la línea de meta y
corrí y corrí y gané. Vencí a Geoff Smith, el gran corredor ingles por 8
segundos a aproximadamente 80 yardas de distancia, fue el décimo mejor tiempo
de la historia, el segundo mejor tiempo alguna vez corrido en NY y el margen de
victoria fue de 8 segundos. Smith ganó a la Maratón de Boston 2 veces después,
fue un atleta olímpico, un gran corredor de Gran Bretaña, un gran competidor y
sin Geoff, esa carrera no hubiera sido posible."
ROD DIXON, ganador de la New York Marathon de 1983
jueves, 18 de abril de 2013
Con mi Hermano
Con mi Hermano conformaremos este año la gran dupla denominada “Power Pereira” que este mes de Agosto
competirá, por primera vez, en una competencia conocida como “Desafío Aysen”. No es la primera vez que
participamos en algún deporte juntos, digo, de manera competitiva (por muy
amateur que sea la cosa) ya que hace no mucho tiempo jugamos por ahí una copa
de baby-futbol (clásico). Y Sin duda no es la primera vez que practicamos un
deporte juntos para entretenernos, al contrario, así ha sido toda la vida.
Mi Hermano es un año y medio menor que yo, lo que se traduce en que
nos llevamos muy bien, somos partners,
brocas. De chico siempre nos
entretuvimos juntos, anduvimos en bicicleta, nadamos en el Lago y jugamos mucho a la pelota (clásico deporte del niño chileno)
y si bien por razones obvias fuimos tomando nuestros propios caminos y desarrollando
personalidades con algunas diferencias, fueron nuestras similitudes las que nos
fueron juntando y nos tienen hoy disfrutando, poco a poco, del deporte al
contacto de la naturaleza con las carreras de aventuras, el trail running,
cross country running o cualquier otro anglicismo que estimen pertinente para
denominar las corridas a campo traviesa o en cerros.
No hemos entrenado mucho juntos hasta
ahora, estamos en ciudades diferentes y eso dificulta la cosa, pero imagino que
28 años de complicidad, ya sea chutiando una
pelota, arriba de la bici o arrancando de algunos flaites (jajaja) no será en vano.
Un gran saludo para mi Hermano, que hoy esta de cumpleaños.
Feliz Cumpleaños Bro! A entrenar!
miércoles, 10 de abril de 2013
MDS 2013
¡La raja!, esta vez no termine tan
destruido como la vez pasada, fue una maratón agradable (la del año pasado no
lo fue), estuvo muy entretenida, y ¡baje mi tiempo según el objetivo propuesto!
¡Simplemente genial!
Esta vez me toco correr junto a mis compañeros
del Team, así estaba presupuestado
para poder bajar mi tiempo, si es que seguía su ritmo, lo que hice
disciplinadamente. No había podido contactarme con el Pirata antes de la carrera, lo que me había dado un poco de lata
(el año pasado habíamos corrido juntos), pero, en el fondo sabía que nos
toparíamos, finalmente nuestros ritmos no son tan lejanos. Nos encontraríamos
ahí por el Parque O’Higgins.
Correr junto a mis compañeros fue
óptimo, íbamos a muy buen ritmo, sincronizados (aparte que sentía bien saber
que ibas en como parte de un Team representando
a provincia), genial fue también ir buena parte de la carrera junto al Pirata, conversamos un poco y nos
pusimos al día.
Como siempre la Maratón de Santiago
es una fiesta, demasiados Locos corredores,
algunos más que otros, mucha gente apoyando, bandas en vivo, fotógrafos,
camarógrafos, ciclistas, bomberos, pacos, indigentes, personajes…en fin, de un
cuanto hay. Es bonito ver a Santiago así, una ciudad tan agresiva y gris que de
pronto se convierte en un jolgorio deportivo.
Partimos bien, y así nos fuimos gran
parte de la carrera, muy concentrados, muy focalizados, cumpliendo con cada
norma que nos habíamos autoimpuesto para la carrera. Debo confesar que en un
momento me separé de mi equipo, iba muy en trance, estaba no pensando, solo
siguiendo el ritmo que mi cuerpo imponía, bueno, y el que mi dolor de rodilla
me pedía, necesitaba un rato correr a solas conmigo (lo que no impidió que llegáramos
virtualmente juntos a la meta).
Como anécdota les cuento que por ahí
por el km 36 creo haber sentido algo como el Muro (la verdad no se bien en que consiste el muro, me imagino que
esa sensación de cansancio máximo mientras corres, aun así nunca me ha
paralizado) y cuando iba solo y muy cansado un Loco X pasa y me dice: “esto es pura cabeza, ya no quedan piernas,
pura cabeza”, me recuerda lo fundamental, lo esencial de la vida, un máxima que
no debiera olvidar jamás, gracias Loco X.
De ahí en más me fui corriendo con la cabeza y terminé, terminé como correspondía,
cumpliendo el objetivo.